Tener una mascota puede ser agradable para toda la familia y es magnífico para la educación de tu hijo. Con unas cuantas reglas sencillas puedes minimizar las probabilidades de que las bacterias pasen de tu mascota a tu hijo.
- Lávate las manos después de manejar las mascotas o su equipo (por ejemplo, recipientes para alimento, arenero, etc.)
- Pide a tu hijo que no bese a tu mascota.
- No permitas que tu mascota lama a tu hijo en la cara.
- Mantén a las mascotas alejadas de las áreas donde preparas y consumes los alimentos.
- Limpia y desinfecta con frecuencia el equipo de tus mascotas con Lysol® Aerosol.
- Asegúrate de mantener el alimento de las mascotas alejado de los niños.
Lea atentamente las etiquetas de los productos antes de su uso.